Historias que nacieron en el mar: parejas, amistades y locuras vividas en Tabarkeras

Home > Blog

Amor de Pareja en Tabarca

Subirse al ferry a Tabarca es, muchas veces, solo el principio. Porque hay viajes que van más allá de llegar a destino. En Tabarkeras no solo llevamos pasajeros a la isla: llevamos historias en marcha, conexiones inesperadas, momentos que, sin saberlo, se convertirán en recuerdos imborrables. Y es que cuando el mar lo envuelve todo, lo extraordinario se cuela en lo cotidiano. Aquí van algunas vivencias reales que lo confirman: Tabarca no es solo una escapada es un punto de inflexión.

Amores que zarparon con nosotros

Algunos vienen ya emparejados, buscando un plan distinto. Otros, ni se imaginan que el amor puede estar esperándoles en cubierta.

Uno de nuestros viajeros nos contó que conoció a la que ahora es su mujer justo en mitad del trayecto. Él iba solo, ella viajaba con amigas. Cruzaron miradas, compartieron charla sobre calas escondidas y terminaron dándose un baño juntos en la playa. Lo demás vino rodado.

Desde entonces, cada año repiten el viaje, en el mismo horario, en el mismo barco. Ya no son dos desconocidos en altamar. Son una historia que arrancó con brisa marina y sigue sumando capítulos.

Y no son los únicos. Hemos visto pedidas de mano con el sol cayendo detrás del horizonte, aniversarios celebrados con bocadillos en la arena, e incluso alguna que otra boda civil en la isla. En estos casos, el ferry a Tabarca se convierte en algo más: en una especie de talismán.

Amistades que se forjan con salitre

Una de las cosas más bonitas que ocurren a bordo es ver cómo la gente que no se conoce acaba compartiendo risas y cerveza fría bajo una sombrilla.

El ferry a Tabarca junta a gente de todo tipo: de aquí, de allá, de todas las edades. A veces, es solo cuestión de una conversación en la cola de embarque para que la chispa salte.

Como cuando dos grupos se conocieron antes de subir. Se cayeron bien, se sentaron cerca, terminaron montando una comida improvisada en la Isla Plana. Y ahora, cada verano, organizan el viaje juntos.

O ese padre con su hijo, que pensaban pasar el día en familia y acabaron jugando al fútbol playa con otros niños (y no tan niños). Hoy tienen su propio grupo de WhatsApp para repetir el plan cada año. Porque hay algo en Tabarca que une, sin forzar. Y lo que empieza como una excursión, a veces se convierte en tradición.

Las locuras más memorables de Tabarkeras

No todo va de romances o nuevas amistades. A veces, Tabarca se convierte en escenario de auténticas (y divertidas) locuras.

Hubo una despedida de soltero que llegó disfrazada de piratas y organizó una búsqueda del tesoro por toda la isla. Otra vez, una influencer nos pidió permiso para grabar un baile en cubierta y, bueno, el vídeo se hizo viral.

También tuvimos una pareja que subió con su perrita vestida de marinera, gorrito incluido. Fue la estrella del viaje. Todo el mundo quería una foto con ella.

Y luego está aquel chico que sacó la guitarra en mitad del regreso. Empezó a tocar “Mediterráneo” y, poco a poco, toda la cubierta terminó coreando. Magia improvisada. Porque sí, en Tabarkeras hay sitio para las ideas locas… incluso se celebran.

Porque viajar a Tabarca es mucho más que ir en ferry

Lo decimos sin rodeos: en Tabarkeras no vendemos trayectos. Regalamos momentos. Cada persona sube a bordo por un motivo, pero casi todos se bajan con algo más que fotos.

Y por eso nos esforzamos en cada detalle. No es solo que el ferry a Tabarca salga puntual o que la tripulación sea cercana. Es la música que te acompaña, el ambiente relajado, las ganas de que todo salga bien. Porque sabemos que, muchas veces, este pequeño trayecto es el principio de algo especial.

Y si decides reservar con nosotros, te esperarán ventajas: precios especiales, horarios adaptados, embarques sencillos desde Santa Pola y, lo más importante, esa sensación de que aquí todo fluye.

¿Y tú? ¿Cuál será tu historia?

Tabarca no es solo una isla. Es un lugar donde el tiempo se toma un respiro. Donde las prisas se quedan en el puerto y lo inesperado, de repente, cobra sentido. Puede que vengas por el paisaje, pero te atrape la experiencia. O puede que aún no lo sepas pero tu historia está a punto de empezar.

Reserva ya tu ferry a Tabarca con Tabarkeras y empieza a escribir la tuya.

Porque las mejores historias no se cuentan. Se viven.

Conclusión: tu aventura comienza en el puerto

No importa si vienes solo, con tu pareja, con tu familia o tu grupo de amigos. Da igual si buscas silencio o risas, buceo o sombra bajo un chiringuito. Tabarkeras y Tabarca forman un tándem perfecto para desconectar y reconectar.

Cada viaje es diferente. Cada persona guarda un motivo. Pero casi todos coinciden en algo: una vez vives Tabarca, ya estás pensando en volver.

Deja una respuesta